sábado, 23 de noviembre de 2013

La vuelta a casa

Tras mi paso por Zoom News vuelvo a mi hogar. La pequeña sala color verde. Desde aquí espero de nuevo seguir contando mis sensaciones acerca del cine, el rayo que no cesa en mi vida, aunque ésta tenga que tomar nuevas vías que quizá resten tiempo a la noble dedicación de reseñar.

Por lo pronto me he decidido a ir recuperando algunos de los artículos que escribí durante este año fuera del hogar; aquellos de los que estoy más orgullosa.

Aquí van un par:

Cómo unir a Tarantino y John Ford con la excusa del western 

“Odio a John Ford”. Sé que Quentin Tarantino no lo dice en serio. Es uno de esos arranques suyos, que no piensa muy bien –como el de los Globos de Oro–. El director aterriza en nuestros cines con su Django desencadenado, perfecta ocasión para que el acomodador me presione a escribir algo que ponga a caer de un burro a uno y ensalce al otro. Pero, por Jean Renoir, ¿el qué? Para rematar la situación, me pasa la película de Ford, El joven Lincoln: “Que no se te olvide que antes que ver la película de Spielberg (estrenada también este fin de semana) sobre el presidente, hay que ver esta maravilla”.  Leer más...


La tragedia del 'sexador' de películas 

"Pero ¿la película es buena o mala?". Muchos odian las críticas que no explican claramente si tienen que ver o no un filme. Pero si las películas debieran tratar al espectador como un ser inteligente, las críticas, ¿no deberían hacer lo mismo? ¿Es necesario ser tan reduccionista? Los críticos que suelen triunfar son los más irrespetuosos por el trabajo de los demás, los que apuestan por calificativos pasados de rosca y lenguaje altisonante. Auténtico fast food de la información. Son el perfil perfecto para encajar en la definición que Ambrose Bierce hace del crítico: “Persona que se jacta de lo difícil que es satisfacerlo, porque nadie pretende satisfacerlo”. Leer más